Somos Las Suecas porque vestimos de amarillo. Porque el rubio nos favorece. Porque levantamos pasiones allí donde vamos, ya sean playas llenas de 'buscasuecas' o campos de fútbol 7. Porque nos gustan el codillo y las albóndigas de Ikea. Somos Las Suecas porque hacemos poco ruido, pero siempre con certeza y golpe de efecto. Somos Las Suecas porque el 'landismo' existió, y nos gusta el 'landismo'. Y nos gusta Alfredo Landa porque era navarro. Y toda ésta historia viene un poco indirectamente por él.
Pero no es eso lo que caracteriza a Las Suecas de verdad. Más bien, podemos presumir de ser Las Suecas por ser competitivos. Por no dejar a la deriva un balón suelto. Por primar el sentido a la desesperación en el juego. Por no rendirse ni ante la lluvia que nos cala los huesos, ni ante la adversidad de las bajas, ni por ser uno menos. Porque no nos amilanamos ante un marcador adverso. Pero sobre todo, somos Las Suecas porque respiramos amistad, compañerismo y solidaridad, dentro y fuera del césped. Y eso, amigos, eso es más fuerte que todas las armas que existen sobre la faz de la tierra. Por eso somos Las Suecas.
¡Que vienen Las Suecas!
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